Acapulco y sus hoteles

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Los hoteles en Acapulco ofrecen la oportunidad de vivir una mezcla de aventura, turismo e historia.

Desde 1532, Acapulco es un importante puerto, el punto de partida para las expediciones españolas a la costa del Pacífico.

Sólo durante los años 1930 a 1960 Acapulco que se convirtió en el primer centro de entretenimiento de Mexico. Acapulco es un motor turistico que trabaja eficientemente. El encuentro de los amantes del sol en uno de los más hermosos sitios de todo el mundo, es un paraíso vacacional con sus playas de arena blanca. Muchos yates enarbolan las banderas del saqueo de lugares exóticos en el puerto, donde todas las normas de la tierra harán uso de la palabra.

La Costera, es una amplia avenida a lo largo de la bahía de Acapulco, que junto a una impresionante línea de playas de arena fina constituye el deleite de los visitantes. La Costera es una vía con vida, las personas que gozan de la actividad exterior y la fiesta estarán encantadas de encontrar una sucesión de bares, restaurantes, clubes nocturnos y tiendas. Transitar este largo camino a pie, es una de las mejores maneras de descubrir Acapulco.

El Fuerte de San Diego es el más grande remanente de la ciudad colonial, que permitio a los españoles defender su preciosa carga proveniente de Asia. En el interior de la fortaleza esta el Museo Histórico de Acapulco. Es muy interesante conocer las historias de la ciudad y sus negocios con Asia.

El centro de la parte antigua de la ciudad, el Zócalo, es especialmente alabado por su ambiente cordial. Se recomienda dar un paseo por los alrededores para apreciar los barrios tradicionales y los modernos, así como su colorido mercado municipal.

Una de las principales atracciones de Acapulco es contemplar la famosa Quebrada de los Buceadores en la que, después de una decir una oración ante el relicario iluminado, el buceador se lanza de cabeza al acantilado, desde una altura de 35 metros. ¡Impresionante!

Para ver todo el panorama de Acapulco, se debe tomar el barco a la isla de La Roqueta y subir hasta el faro, ¡Es una travesía inolvidable! Especialmente si se la hace en la noche.