Artesanías en Acapulco cerca de los hoteles

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Acapulco es el balneario más tradicional de la República Mexicana. Por sus playas han pasado millones de turistas, tanto nacionales como extranjeros, desde gente sencilla del pueblo hasta personalidades de diferentes ámbitos. Todos ellos han disfrutado de sus playas, de su clima, su gastronomía y su artesanía.
Las artesanías mexicanas son singulares. Conjugan el arte precolombino, la influencia hispánica y las habilidades de una población, entre mestiza e indígena, llena de conocimientos culturales ancestrales. Y esta artesanía ha hecho de Acapulco una gran vitrina que ha tenido una acogida inconmensurable.
Normalmente el turista que llega a los hoteles se interesan por el disfrute de la playa. La costera Miguel Alemán concentra a la mayoría de ellos, y es ahí, en su parte más central, que se encuentra la Glorieta de la Diana, frente a la cual se sitúa el Mercado de Artesanías más popular de Acapulco. En ese mercado el visitante podrá satisfacer sus deseos de adquirir recuerdos y souvenirs de Acapulco, tanto para su consumo personal como para ofrecerlos como recuerdos de su viaje a familiares y amigos. Los precios, como en todo mercado, son variados y variables. Por lo que se recomienda revisar el mercado y sus ofertas y escoger lo que más se acerca a su presupuesto y necesidades, sin olvidar el tradicional regateo.
Las artesanías ofrecidas en Acapulco son diversas, al mismo tiempo que atractivas. Podemos encontrar artesanías de todo tipo, desde muñecos y miniaturas hasta platería de Taxco o lacas de Olinalá, plasmadas en baúles, arcones, jícaras y bateas. En el intermedio hallaremos tejidos amuzgos, hamacas de hilo o algodón, cerámica de Xalitla, pinturas sobre papel amate provenientes de Ameyaltepec y Maxela, figuras de tenchoquelite (de fruteros, aves o plantas) y máscaras para bailes y rituales, así como juguetes, confeccionados en Teloloapan. También diferentes prendas de vestir hechas de algodón, cerámica diversa, hechas de arcilla de barro, como ollas, jícaras, platones, cazuelas, floreros, de coloridos hermosos y algunos recubiertos de cobre, las más renombradas procedentes de Acapetlahuaya y Temalacatzingo. Sin olvidar las artesanías en base de hojas de palma y costales y morrales de ixtle, así como los
elaborados en base de conchas marinas y corteza de coco.